Detrás del concepto "Fair Usage Policy" (FUP), traducido como "políticas de uso razonable", se esconde una cláusula que algunos operadores de telecomunicaciones comienzan a aplicar en sus ofertas de acceso a Internet desde conexiones ADSL o de cable. Esta estrategia consiste en pasar a fijar unos limites en la cantidad de tráfico mensual, que se pueden corregir cada mes, tanto en la subida como en la bajada, si los usuarios se portan "bien", es decir, si no usan su conexión de modo intensivo. Esta medida supone el fin de las tarifas planas tal como se habían concebido hasta ahora.
Este tipo de cláusulas en las condiciones de acceso han estado siempre presentes, aunque de diferente forma, en los contratos de Internet. Sin embargo, hasta ahora han formado más bien parte de una estrategia legal para fijar las condiciones de la prestación del servicio y evitar futuros pleitos, en lugar de ser una solución empresarial para evitar la sobrecarga en sus líneas. Es de sobra conocida la introducción de la palabra "hasta" en el número de megabits por segundo (Mbps) de velocidad de descarga de datos que las operadoras ofrecían en sus publicidades. Así se podían cubrir en caso de demanda por no cumplir con el máximo prometido.
Contra los "heavy users"
Con esta nueva política, las empresas de telecomunicaciones pretenden hacer efectivas las limitaciones, ya que buscan que los usuarios realicen un "uso razonable" de su conexión a Internet y no se descarguen de forma continua cantidades masivas de datos que, según ellas, pueden colapsar sus redes. A partir de ahora, contabilizarán el tráfico de sus clientes y, cuando estos superen el límite fijado por las cláusulas de la operadora, tendrá menor prioridad en momentos de congestión en la Red. Es decir, los considerados "heavy users", o usuarios que aprovechan de forma intensiva Internet -con programas como eMule y BitTorrent, pero que también ven vídeos o escuchan música en Spotify-, se verán perjudicados por estas políticas.
En Europa, O2, la filial de Telefónica en Reino Unido, ha establecido unos límites de descarga en algunas de las tarifas de acceso a Internet mediante ADSL. La tarifa más básica de O2, denominada "The Basics", tiene una limitación mensual de 20 gigabytes, mientras que el resto de tarifas ofertadas no disponen de esta limitación, pero su aplicación está condicionada por estas políticas de "uso razonable", de modo que si el consumo se considera excesivo, se puede penalizar al usuario con limitaciones en el acceso.
De igual modo, en Perú, Telefónica ha limitado sus ofertas de acceso a Internet mediante ADSL a un máximo de 20 gigabytes al mes en sus tarifas más básicas y a 60, en el plan más alto. Una vez superado este límite, la velocidad de conexión se reduce a una velocidad entre 100 y 500 Kilobits por segundo (Kbps).
No en España, de momento
De momento, Telefónica no tiene previsto a "corto plazo" aplicar este tipo de políticas en España. Sin embargo, el pasado mes de febrero, el portal especializado ADSLZone.net se hizo eco de una captura de las condiciones de uso de una oferta de VDSL de 30 Mbps donde se aplicaba de forma generalizada este tipo de políticas. Posteriormente, la compañía afirmó en un comunicado que no iban a limitar la descarga de datos en ninguno de sus productos.
A pesar de esta negación, el pasado mes de agosto, el consejero delegado de Telefónica Julio Linares declaró que el modelo actual de Internet "no era sostenible para las operadoras" y que la solución pasa por penalizar o aumentar el coste a los usuarios que más descarguen.
No es la primera vez que operadoras de telecomunicaciones intentan cambiar las políticas de uso en sus ofertas de acceso a Internet. A través de una directiva europea, y dentro del denominado "Paquete Telecom", las operadoras están obligadas a anunciar de forma clara a sus usuarios las limitaciones o restricciones que apliquen al proporcionar un servicio de acceso a Internet. Algo que ya ocurre de forma generalizada con las ofertas de acceso a Internet en movilidad.
Ciertas operadoras ofertan falsas tarifas planas cuya velocidad de conexión a Internet se degrada de forma considerable o directamente se tarifica aparte si el usuario supera unos límites mensuales de descarga fijados por la operadora. Dada la competencia entre las empresas de telecomunicaciones por captar clientes de otras empresas y la impopularidad de estas medidas, a corto plazo no parece probable que estas cláusulas se impongan en las diferentes tarifas de acceso, aunque pueden tenerse en cuenta en ofertas básicas de acceso a Internet para usuarios que empleen de forma poco frecuente la conexión.
Por otra parte, la contratación de ofertas que incluyan estas políticas no significa que deje de prestarse el servicio de ADSL mediante tarifa plana, sino que los proveedores de acceso a Internet disponen ahora de una política para hacer cumplir estas condiciones de forma más estricta que hasta la fecha.
Fuente: http://www.consumer.es/
(Antonio Delgado)
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