El software libre es un tipo de programas de ordenador que respeta nuestra libertad. Utilizar software libre es una decisión política y ética que nos permite ejercer nuestro derecho a aprender y a compartir lo que aprendemos con otras personas.
Es habitual que el software que compramos nos niegue dichos derechos. Eso es porque realmente no estamos adquiriendo la propiedad del software que compramos, sino una licencia sobre el uso del software. Y dichas licencias nos atan mediante numerosas y sutiles reglas acerca de lo que podemos y no podemos hacer con el programa.
Si hacemos una copia del programa y se la damos a un amigo, si tratamos de averiguar cómo funciona el programa, si tenemos más de una copia del programa en nuestro computador en casa... y nos sorprenden haciéndolo, podemos ser multados o incluso procesados. Eso es lo que pone en la letra pequeña de las licencias.
¿Y si hubiera un grupo a nivel mundial de programadores éticos con gran talento, dedicados a la idea de escribir y compartir software entre ellos, y con cualquiera que acepte compartirlo de igual forma? ¿Y si cualquiera pudiera formar parte de dicha comunidad, y beneficiarse de ello, sin necesidad de saber nada sobre programación? En ese caso no tendríamos que preocuparnos más acerca de ser sorprendidos copiando un programa para nuestros amigos... porque no estaríamos haciendo nada ilegal.
El movimiento del software libre
De hecho, tal movimiento existe, y puedes llegar a ser parte de él. El movimiento del software libre fué creado en 1984 por Richard M. Stallman, mediante la creación de un proyecto llamado GNU (que significa "GNU's Not Unix") para proporcionar un reemplazo del sistema operativo UNIX; un reemplazo que respete la libertad de quienes lo usen. Más tarde, en 1985, Stallman creó la Free Software Foundation, una organización sin ánimo de lucro con la misión de promover y educar al público de todo el mundo acerca del software libre.
Hoy, el número de gente que no es usuaria de computadores es cada vez menos habitual, a medida que la tenología se asienta en todo el globo. Para que esta tecnología funcione son necesarios ciertos conocimientos. La gente que acapara dicho conocimiento, castigando y amenazando a los que tratan de obtenerlo y compartirlo, no lo hace para preservarlo, pese a lo que puedan decir. Muy al contrario, su objetivo es preservar su poder a expensas de la libertad de los demás.
En vista a que las leyes de copyright sobre el software suelen utilizarse para privarnos de nuestra libertad, Stallman y la FSF desarrollaron un documento legal llamado la GNU General Public License (GPL) para proteger dicha libertad. En lugar de restringir qué puede hacerse con el software, la GPL nos alienta a estudiar y compartir. Por eso es lo que denominamos una licencia ``copyleft''. Miles de personas y negocios, desde amateurs a grandes compañías como IBM y Novell, desarrollan y distribuyen software bajo los términos de la GPL.
Pero qué software utilizar es una elección del usuario, no de la gente que lo programa y lo vende. Es fácil perder nuestra libertad al pulsar el botón Aceptar después de pasar rápidamente treinta páginas de restricciones. O podemos pulsar Cancelar, y buscar algún programa libre que haga lo que necesitamos.
Hay muchas otras formas en las que la gente (con o sin conocimientos de programación) puede ayudar a que el movimiento del software libre continue siendo un éxito. Vea las páginas web de la Free Software Foundation y el proyecto GNU para averiguar cómo.
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